Las principales etapas de la vida de una mujer están condicionadas por un baile de hormonas, que influyen tanto en lo físico como en lo psicológico.
Sin embargo, numerosos inconvenientes, signos de desequilibrios hormonales, disminución de la resistencia al estrés o debilitamiento del sistema inmunitario, también pueden salpicar la vida de una mujer.
Un ciclo que «se sale de madre», cambios de humor, tensión en los senos… Entre el 30 y el 40% de las mujeres dicen que esto les molesta.
Definición del síndrome premenstrual (SM) y síntomas observados
Son todos aquellos síntomas que aparecen cíclicamente los días previos al sangrado menstrual y se deben a una alteración en los niveles de progesterona.
Se puede definir como un conjunto de trastornos psíquicos o físicos que alteran la calidad de vida de la mujer con un carácter cíclico en relación con la menstruación.
Aparecen en los días que preceden a la menstruación (de 7 a 10 días) y desaparecen con ella.
Entre el 30 y el 40% de las mujeres, incluso las que toman la píldora, la padecen, y en un 3 a 8% de ellas los trastornos son graves.
Este síndrome se observa a partir de los 20 años de media hasta la mujer peri-menopáusica.
Hay que tener en cuenta que el síndrome premenstrual puede aparecer o agravarse en la peri-menopausia (periodo de varios años que suele preceder a la menopausia) tanto en intensidad como en duración. La tensión mamaria afecta hasta al 70% de las mujeres peri-menopáusicas.
El tratamiento principal del SM es tratar la causa primaria, es decir el Hiperestrogenismo o el Síndrome de ovarios poliquísticos.
El síndrome premenstrual es un síndrome complejo que todavía se comprende parcialmente. Se aducen principalmente causas genéticas, hormonales y nutricionales.
Las mujeres que se quejan del síndrome premenstrual suelen tener una menor proporción de magnesio y calcio en la sangre, un desequilibrio que puede afectar a los cambios de humor.
También se ha observado que un tercio de las mujeres con síndrome premenstrual tienen una deficiencia de magnesio (7).
La vitamina B6 y el magnesio son también esenciales para el funcionamiento de una enzima que transforma los ácidos grasos omega 6 en compuestos reconocidos como freno a la inflamación o «prostaglandinas de la paz» (Dr. Kousmine). Sin embargo, en el caso del síndrome premenstrual, hay una disminución de estos compuestos (8).
También hay que tener en cuenta que esta enzima disminuye en caso de estrés crónico, al igual que el “stock” de magnesio.
También hay una serie de factores que favorecen el síndrome premenstrual: el estrés, que aumenta su gravedad, la falta de sueño, el tabaquismo, el consumo excesivo de azúcar, alcohol y bebidas con cafeína.
Consejos higiénicos y dietéticos
En el plato
Preste atención a la ingesta diaria de vitaminas B2 (despojos, soja, huevos, cereales, avellanas, etc.), B3 (despojos, pescado, grasas, legumbres, frutos secos, etc.), B6 (despojos, pescado azul, plátanos, arroz integral, lentejas, etc.) y D (pescado azul, yema de huevo, etc.).
Pero también el calcio (mariscos, coles, almendras, productos lácteos, etc.) y el magnesio (chocolate negro, semillas oleaginosas, cereales integrales)…
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